Depresión es una palabra que usamos con mucha frecuencia para expresar que “hemos tenido un mal día”, o cuando nuestro estado de ánimo está un poco más bajo de lo habitual, incluso cuando estamos cansados, la expresión que usamos es “estoy deprimido”. Pero la depresión es mucho más que todo esto, es un trastorno emocional importante que afecta a todas las áreas de la vida.
En primer lugar, para que una persona se deprima es necesario que ocurran cambios vitales que sean percibidos como desagradables. Unas veces implica la pérdida de algo o alguien valioso, otras veces se produce una acumulación de acontecimientos aversivos o estresores. La depresión puede ser producida por enfermedad propia, problemas familiares o de pareja, pérdida del trabajo, problemas económicos, o cuando la persona se ve privada de algo que considera importante.
Cuando la persona percibe esta pérdida pasa por un período normal de tristeza, pero si no sabe afrontarla con eficacia, comenzará a sentir cambios emocionales y a todos los niveles, y empezará a deprimirse.
Estos cambios pueden ser comprobados científicamente a nivel bioquímico en el cerebro. Es decir, hay una menor segregación de ciertos neurotransmisores (la serotonina), que son responsables de la regulación del estado emocional, y, con ello puede verse afectado el organismo de diferentes formas. Por ejemplo, el sueño (insomnio o dormir excesivamente), un mayor cansancio a la hora de abordar las actividades diarias y rutinarias, un estado de apatía y tristeza que hace que la persona tienda a encerrarse y a dejar de hacer cosas que habitualmente le satisfacían.
A parte de estos cambios a nivel físico y fisiológico, la persona modifica su manera de pensar tendiendo a ver el lado oscuro de las cosas. Suele pensar mal acerca de uno mismo, se culpa de muchas cosas, se desvaloriza y la autoestima se reduce significativamente. El mundo le parece un lugar hostil en el que vivir. Puede creer que los demás no le tienen aprecio o que lo rechazan, y se percibe el futuro sin esperanza.
¿SE PUEDE SALIR DE LA DEPRESIÓN?
Con el adecuado tratamiento, sí. La terapia psicológica de corte cognitivo conductual dota de los recursos necesarios para que la persona vaya superando su depresión. Si la persona no aprende estrategias para manejar su malestar por sí misma, con el apoyo del terapeuta, las probabilidades de recaída son muy elevadas.